¿Qué es la embolización linfática?
Una embolización linfática es un tratamiento para tratar los vasos linfáticos que presentan fugas. Los vasos linfáticos corren junto a los vasos sanguíneos y transportan un líquido lechoso importante para el sistema inmunológico. Conducen al “conducto torácico”, un vaso principal en el pecho. Cuando están dañados, pueden filtrar un líquido lechoso hacia el pecho o el abdomen. Los tratamientos para tapar los vasos linfáticos con fugas pueden evitar que el líquido se acumule. Este procedimiento es seguro porque el líquido linfático puede drenar a través de otros vasos linfáticos sanos.
¿Cómo se realiza la embolización linfática?
Es posible que le administren medicamentos para adormecerlo. El médico adormece la piel sobre la parte superior del muslo o el abdomen. Luego, utilizan ultrasonido para guiar una pequeña aguja hacia un ganglio linfático. Inyectan un tinte para ver los vasos linfáticos y el conducto torácico mediante rayos X. Es posible que necesiten llegar al conducto torácico a través de un vaso sanguíneo en el cuello. Es posible que necesiten pasar un tubo delgado hacia el conducto torácico. El médico inyecta un aceite o pegamento especial para tapar los vasos linfáticos con fugas. Después del procedimiento, colocan un vendaje sobre la piel.
Embolización linfática
1. El médico utiliza ultrasonido para colocar una pequeña aguja a través de la piel entumecida. Inyectan tinta para ver los vasos linfáticos mediante rayos X.
2. El médico inyecta aceite o pegamento especial para tapar la fuga.
3. Después del procedimiento, el médico coloca un vendaje sobre la piel.
¿Cuáles son los riesgos?
La embolización linfática es generalmente un procedimiento seguro cuando la realiza un especialista.
Para 1 de cada 5 personas (o hasta 1 de cada 2 personas), el procedimiento no tiene éxito, dependiendo de la causa de la acumulación de líquido linfático.
5 de cada 100 personas tienen posibilidades de desarrollar
Hinchazón de las piernas
Diarrea
En muy raras ocasiones, el material inyectado puede llegar a los pulmones. Esto muchas veces no causa ningún daño.
¿Cuales son las alternativas?
Sus opciones de tratamiento dependen de sus preferencias, salud general, condiciones o síntomas únicos y la causa específica de la acumulación de líquido linfático.
Alternativa 1 Sin tratamiento ni drenaje. Incluso si el líquido se elimina mediante drenaje (paracentesis o toracocentesis), es probable que regrese sin tratamiento adecuado.
Alternativa 2 Llevar una dieta baja en grasas o recibir nutrición intravenosa (llamada NPT). Esto evita un procedimiento pero sólo funciona en 3 de cada 10 personas. Recibir nutrición a través de una vía intravenosa también conlleva otros riesgos.
Alternativa 3 Cirugía. La “ligadura del conducto torácico” es una cirugía para cerrar y bloquear el conducto torácico. Esta opción es muy eficaz incluso cuando falla la embolización del conducto torácico. Sin embargo, tiene más riesgos con complicaciones en 1 de cada 3 personas.